El horario de verano (DST) terminó recientemente en Estados Unidos y Europa, lo que trajo un cambio abrupto en nuestras rutinas diarias. A medida que las noches oscurecen, muchos vuelven a cuestionar la utilidad de este cambio anual de reloj. Una encuesta reciente realizada por Live Science revela una fuerte preferencia entre los lectores por eliminar el horario de verano por completo.
Los resultados de la encuesta Ciencia viva
La encuesta, que concluyó el 6 de noviembre, recopiló respuestas de una cifra récord de 3.280 lectores, lo que representa la encuesta más grande realizada por Live Science hasta la fecha. La abrumadora mayoría (76% ) expresó su deseo de cambiar al horario estándar permanente. Sólo el 18% prefirió mantener el horario de verano durante todo el año.
Una pequeña fracción, aproximadamente el 4%, deseaba mantener el sistema actual, mientras que otro 1% buscaba enfoques alternativos para el cronometraje. El 1% restante estaba indeciso.
Perspectivas de los lectores: ¿Por qué el cambio?
El sentimiento a favor del horario estándar permanente se hizo eco en numerosos comentarios de los lectores, y muchos consideraron que el horario de verano era innecesario o incluso perjudicial. Un encuestado, Devin Smith, de Detroit, afirmó sucintamente: “Yo estaría dispuesto a eliminarlo. El horario de verano parece tan inútil”.
Muchos otros compartieron una opinión similar. Rob Beare, también de Michigan, enfatizó la importancia de la luz solar de la mañana, particularmente para los niños que caminan a la escuela, y señaló que “la luz del día a las 10 p.m. en verano no es tan importante como la luz solar a las 8 a.m. en invierno”.
Sin embargo, no todos los lectores estuvieron de acuerdo. Algunos abogaron por mantener el horario de verano para maximizar la luz del día por la noche. Un encuestado, conocido como “M’Lud”, creía que “más luz diurna por la tarde significa más tiempo útil después del trabajo o la escuela”, mientras que otro citó una sensación de normalidad al despertarse en la oscuridad. Dave M. destacó la perturbación anual causada por el cambio de hora, diciendo que causa “ese shock anual de noviembre de conducir repentinamente a casa desde el trabajo en la oscuridad”. Jane B. añadió que el horario de verano permanente “facilitaría la realización de tareas posteriores al horario comercial”.
El argumento científico
Más allá de las preferencias anecdóticas, algunos lectores citaron el creciente conjunto de investigaciones científicas sobre los impactos negativos del horario de verano en la salud. Numerosos estudios han relacionado los cambios de hora bianuales con un mayor riesgo de ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y otros problemas de salud. PazKe argumentó que “la ciencia es clara y la hora estándar es la hora solar. Ni siquiera debería ser una pregunta”.
Conclusión
La encuesta de Live Science demuestra claramente un importante deseo público de abolir el horario de verano. Si bien algunos valoran la luz diurna prolongada que proporciona el horario de verano, la abrumadora mayoría favorece el horario estándar permanente, influenciado por preferencias personales y preocupaciones crecientes sobre el impacto en la salud y el bienestar. Es probable que el debate sobre las prácticas de cronometraje continúe a medida que surjan más datos sobre los beneficios potenciales de alinear nuestros relojes con los ritmos naturales del sol.
