En medio del cierre del gobierno estadounidense, la NASA se está preparando silenciosamente para un viaje único a Marte. Dos naves espaciales, llamadas Azul y Dorado por los colores de UC Berkeley, se lanzarán el 9 de noviembre a bordo del cohete New Glenn de Blue Origin desde Cabo Cañaveral, Florida. Esta misión, denominada Escapade (Escape and Plasma Acceleration and Dynamics Explorers), marca un alejamiento de la exploración tradicional de Marte al optar por una ruta de viaje poco convencional y adoptar un enfoque presupuestario reducido.
En lugar de la trayectoria habitual de bajo consumo de combustible utilizada en misiones anteriores (una ventana de lanzamiento estrecha cada dos años que se alinea con las posiciones planetarias), Escapade primero girará alrededor de un punto estable entre la Tierra y el Sol, “holgazaneando” efectivamente durante un año antes de regresar a la Tierra y finalmente dirigirse hacia Marte. Este desvío fue necesario debido a aplazamientos de lanzamientos anteriores, pero podría resultar muy valioso para futuras misiones humanas que requieran múltiples lanzamientos de naves espaciales repartidos a lo largo de varios meses en lugar de unas pocas semanas comprimidas.
Descubriendo misterios marcianos: una forma más económica de explorar
La misión de 80 millones de dólares, con un presupuesto significativamente menor en comparación con los esfuerzos planetarios típicos de la NASA, tiene como objetivo arrojar luz sobre los dramáticos cambios que Marte ha experimentado durante miles de millones de años. Los científicos creen que Marte alguna vez contó con una atmósfera más espesa, potencialmente capaz de albergar vida. Ahora es un desierto desolado con una atmósfera drásticamente adelgazada, un misterio que los científicos están ansiosos por resolver.
Escapade abordará este enigma mapeando meticulosamente los campos magnéticos, la atmósfera superior y la ionosfera de Marte, la capa de partículas cargadas que rodea el planeta. Esta “vista estéreo” creada por las naves espaciales gemelas, separadas por sólo unos minutos en sus órbitas, permitirá a los investigadores observar los impactos en tiempo real de las tormentas solares en el medio ambiente marciano.
Actualmente, las misiones de naves espaciales individuales carecen de esta capacidad crucial debido a la naturaleza rápida de estas perturbaciones:
“Basta sólo uno o dos minutos para que una de estas perturbaciones climáticas espaciales se propague a través del sistema y, por ejemplo, rompa una gran cantidad de atmósfera”, explicó el investigador principal de la misión, Rob Lillis. “Las misiones de naves espaciales individuales no pueden medir por separado la causa y el efecto”.
Comprender cómo la radiación solar elimina las partículas atmosféricas marcianas es vital no sólo para descifrar la historia de Marte sino también para proteger a los futuros exploradores humanos. Sin un blindaje magnético global similar al de la Tierra, Marte es vulnerable a explosiones dañinas de partículas energéticas provenientes de tormentas solares. Los modelos precisos de la ionosfera generados por Escapade ayudarán aún más a los ingenieros a desarrollar sistemas robustos de navegación y comunicación para misiones con humanos en Marte.
¿Una nueva era de exploración espacial?
Escapade representa un cambio significativo en el enfoque de la NASA hacia la exploración interplanetaria. La misión fue construida por Rocket Lab, una empresa espacial comercial, a un costo notablemente bajo de 57 millones de dólares, un marcado contraste con los miles de millones que tradicionalmente se gastan en misiones planetarias complejas. Este logro resalta el potencial de viajes espaciales más asequibles y eficientes a medida que florezca la colaboración entre la NASA y el sector privado.
“Rocket Lab emprendió una tarea que, para ser honesto, no voy a dar nombres, pero al menos uno de esos contratistas principales dijo: ‘No estamos interesados en esto porque si necesitan encajar todo en un límite de costo de $57 millones, no podemos construirles dos naves espaciales por el precio que estarían dispuestos a pagarnos’”, reveló Lillis. “En realidad, dos dijeron eso”.
Las naves espaciales gemelas completarán su viaje de 22 meses a Marte y pasarán nueve meses más ajustando sus órbitas antes de comenzar su misión científica principal en junio de 2028. Escapade no solo promete descubrimientos innovadores sobre el Planeta Rojo, sino que también sirve como un modelo prometedor para una futura exploración espacial rentable.


























