El ARN antiguo revela los secretos del mamut lanudo extinto

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Los investigadores han logrado un gran avance en paleogenómica: extraer y secuenciar con éxito moléculas de ARN de un mamut lanudo de 40.000 años conservado en el permafrost siberiano. Se trata del ARN más antiguo jamás recuperado, lo que ofrece conocimientos sin precedentes sobre la biología de especies extintas y desafía suposiciones previas sobre la fragilidad de la molécula.

Reescribiendo la paleogenómica

Durante años, los científicos han confiado en el análisis de ADN para reconstruir los genomas de animales extintos como los mamuts. Sin embargo, el ADN sólo proporciona un modelo estático. El ARN, la molécula que muestra qué genes están activamente “activados”, sigue siendo difícil de alcanzar debido a su rápida degradación después de la muerte. Este estudio demuestra que el ARN puede sobrevivir durante decenas de miles de años en las condiciones adecuadas, abriendo una nueva frontera en paleogenómica.

Desbloqueando los momentos finales del mamut

La investigación, publicada en Cell, se centró en tejido muscular excepcionalmente bien conservado de “Yuka”, un mamut juvenil que se cree que fue atacado por leones de las cavernas poco antes de su muerte. Al secuenciar el ARN presente en estos restos, los científicos identificaron genes activos relacionados con la contracción muscular, la regulación metabólica y la respuesta al estrés. Esto proporciona una instantánea del estado fisiológico del mamut en sus últimas horas, un nivel de detalle imposible de obtener únicamente a partir del ADN.

Más allá de los genes codificadores de proteínas

El equipo no solo encontró ARN que codifica proteínas. También detectaron microARN: pequeñas moléculas de ARN no codificantes que regulan la actividad genética. Estos microARN fueron clave para confirmar el origen gigantesco de las muestras, ya que contenían mutaciones raras exclusivas de la especie. El descubrimiento de estos ARN reguladores es particularmente significativo y demuestra que incluso la regulación genética compleja puede conservarse durante milenios.

Implicaciones para futuras investigaciones

Las implicaciones de este avance se extienden mucho más allá de los mamuts. La capacidad de recuperar ARN antiguo abre la puerta al estudio de virus extintos, incluidos los conservados en el permafrost. La secuenciación de virus de ARN como la influenza y los coronavirus de restos de la Edad del Hielo podría proporcionar información crítica sobre su evolución y posible resurgimiento.

Una nueva era en paleogenómica

El éxito del estudio demuestra que las moléculas de ARN pueden sobrevivir mucho más tiempo de lo que se pensaba anteriormente. Esto significa que los científicos no sólo podrán estudiar qué genes están “activados” en animales extintos, sino también investigar los procesos dinámicos de regulación genética en tiempo real, congelados en la historia antigua.

“Nuestros resultados demuestran que las moléculas de ARN pueden sobrevivir mucho más tiempo de lo que se pensaba anteriormente. Esto significa que no sólo podremos estudiar qué genes están ‘activados’ en diferentes animales extintos, sino que también será posible secuenciar virus de ARN, como la gripe y los coronavirus, conservados en restos de la Edad del Hielo”. – Love Dalén, profesora de Genómica Evolutiva en la Universidad de Estocolmo.

Es probable que las investigaciones futuras combinen el ARN antiguo con otras biomoléculas conservadas (ADN, proteínas y más) para reconstruir una imagen completa de la vida extinta. Este estudio marca un momento crucial, remodela nuestra comprensión de la paleogenómica y abre una nueva era en el estudio del pasado.

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