Una nueva investigación confirma lo que muchos dueños de gatos sospechaban desde el principio: los gatos responden positivamente a la imitación humana de sus propias expresiones faciales relajadas. Específicamente, entrecerrar lentamente los ojos y parpadear ante un gato (imitando su “sonrisa de gato”) aumenta significativamente la probabilidad de interacción recíproca y comportamiento de acercamiento. El estudio, publicado en Scientific Reports, demuestra que este simple gesto cierra la brecha de comunicación entre especies.
La ciencia detrás del parpadeo lento
Investigadores de la Universidad de Sussex realizaron dos experimentos para comprobar este comportamiento. En el primero, 21 gatos observaron a sus dueños parpadear deliberadamente lentamente desde una distancia de aproximadamente un metro. Los resultados mostraron que los gatos tenían significativamente más probabilidades de corresponder el parpadeo lento cuando sus dueños lo iniciaban, en comparación con escenarios en los que no se producía ningún parpadeo.
En el segundo experimento participaron 24 gatos, esta vez interactuando con investigadores que nunca habían conocido. Una vez más, el parpadeo lento de los humanos provocó una mayor tasa de parpadeos recíprocos por parte de los gatos y, lo que es más importante, aumentó su disposición a acercarse a la mano extendida del humano. Esto confirma que el efecto no se limita a las relaciones familiares.
Por qué esto es importante: más allá de las interacciones lindas
No se trata sólo de tener una conexión más cálida con su mascota. Comprender la comunicación felina tiene implicaciones más amplias para el bienestar animal. Como explicó la psicóloga Tasmin Humphrey de la Universidad de Sussex: “Comprender las formas positivas en que interactúan los gatos y los humanos puede… mejorar el bienestar felino y decirnos más sobre las capacidades sociocognitivas de esta especie poco estudiada”.
Los hallazgos podrían aplicarse a entornos veterinarios y refugios, ayudando a reducir el estrés de los gatos al indicarles seguridad y tranquilidad. También refuerza un creciente conjunto de investigaciones que muestran que los gatos están mucho más en sintonía con el comportamiento humano de lo que se creía anteriormente. No son simplemente indiferentes; nos están leyendo y respondiendo cuando los encontramos a medio camino.
Cómo probarlo usted mismo
La técnica es simple: entrecierra los ojos como si sonrieras y ciérralos lentamente durante unos segundos. La clave es evitar la mirada fija directa e ininterrumpida, que los gatos interpretan como una amenaza. Al imitar su expresión relajada, indicas intenciones benignas e invitas a la interacción.
Esta investigación se suma a una lista cada vez mayor de conocimientos sobre el comportamiento felino, incluida su capacidad para reconocer sus nombres (incluso si deciden ignorarlos) y su sensibilidad a los estados emocionales humanos. El estudio enfatiza que si un gato parece distante, el problema puede estar en el estilo de comunicación del ser humano, no en la disposición del gato.
En definitiva, este estudio ofrece una forma práctica y conmovedora de fortalecer el vínculo con un compañero felino. El simple acto de un parpadeo lento puede convertir una mirada distante en un momento compartido de comprensión.
