El gobierno del Reino Unido ha dado luz verde a una nueva e innovadora central nuclear en Anglesey, Gales, lo que marca un cambio significativo en la estrategia energética del país. Este proyecto será el primero del Reino Unido en utilizar pequeños reactores modulares (SMR), allanando el camino para una flota potencial de estas plantas de menor escala en todo el país.
La noticia fue recibida con entusiasmo tanto por el Primer Ministro Keir Starmer como por la Primera Ministra galesa Eluned Morgan, quienes la aclamaron como un impulso muy necesario para el desarrollo económico en el norte de Gales. Está previsto que la construcción en el sitio de Wylfa comience el próximo año, con el objetivo de generar energía a mediados de la década de 2030, lo que podría abastecer a unos tres millones de hogares.
Un nuevo modelo de energía nuclear:
Los SMR, si bien funcionan de manera similar a los grandes reactores tradicionales mediante el uso de fisión nuclear para producir calor y posteriormente electricidad, son significativamente más pequeños en escala, con aproximadamente un tercio de la capacidad de producción de las plantas convencionales. Esta filosofía de diseño ofrece varias ventajas potenciales: son más fáciles y rápidos de construir, menos costosos en general y requieren una capacitación laboral menos especializada. La planta de Wylfa contará inicialmente con tres SMR, con posibilidad de ampliar hasta ocho en el futuro.
El proyecto representa una inversión sustancial de 2.500 millones de libras esterlinas por parte del gobierno del Reino Unido, liderada por la empresa pública Great British Energy-Nuclear. Esta empresa se considera una piedra angular de la ambición del Reino Unido de reforzar la independencia energética y la transición hacia fuentes de energía más limpias.
Mirando más allá de Wylfa:
Más allá de este proyecto inicial, la empresa encargada de construirlo recibió instrucciones del Secretario de Energía, Ed Milliband, para explorar sitios adicionales para plantas nucleares de mayor escala en todo el Reino Unido. Se espera que esta exploración culmine en un informe en otoño de 2026, considerando ubicaciones potenciales en Escocia, junto con otras regiones.
Un camino a seguir disputado:
Mientras que los defensores consideran que los SMR son más seguros, más eficientes y rentables que los reactores tradicionales, los opositores expresan su preocupación por las soluciones a largo plazo para el almacenamiento de desechos nucleares que aún carecen de planes definitivos. También argumentan que centrarse en fuentes de energía renovables como la eólica, la undimotriz y la mareomotriz serviría mejor a las necesidades de Anglesey.
La decisión de favorecer las SMR en Wylfa generó críticas del embajador estadounidense, Warren Stephens, que había abogado por una planta de mayor escala en asociación con la empresa estadounidense Westinghouse. Hizo hincapié en que un proyecto de este tipo podría ofrecer beneficios de seguridad energética más rápidos al acelerar los plazos de construcción y abordar las preocupaciones inmediatas relacionadas con el suministro y el costo de la energía.
A pesar de la controversia, el gobierno mantiene su confianza en los SMR como un componente vital de un futuro energético seguro, asequible y con bajas emisiones de carbono. Anticipa una importante creación de empleo en los sectores manufactureros junto con la revitalización de regiones como Anglesey.
El proyecto Wylfa marca un momento crucial en el camino nuclear del Reino Unido después de que fracasaran los planes anteriores de reemplazo a gran escala para la central eléctrica Wylfa A fuera de servicio. Esta vez, el gobierno apuesta por una tecnología modular más pequeña para lograr independencia energética e impulsar una nueva era de producción de energía sostenible.