Los arqueólogos que trabajan en la Riviera francesa han desenterrado un importante cementerio de cremación romano, lo que arroja luz sobre los elaborados rituales funerarios de la época. El descubrimiento en el antiguo sitio de Olbia, un antiguo asentamiento griego y más tarde un próspero centro comercial romano, ofrece una visión detallada de cómo la gente honraba a sus muertos y garantizaba su protección en el más allá.
Olbia: de fortaleza griega a puesto comercial romano
El sitio de Olbia, ubicado en lo que hoy es el sur de Francia, cuenta con una rica historia. Fundada originalmente alrededor del 350 a.C. Como asentamiento griego fortificado, más tarde se convirtió en una ciudad de los Massiliotes, habitantes de la cercana Massilia (la actual Marsella). Tras la captura de Marsella por Julio César en el 49 a.C., Olbia se convirtió en una próspera ciudad romana, conocida por su comercio y sus baños termales. El cementerio recién descubierto data enteramente de la época romana de Olbia, que abarca del siglo I al III d.C.
El proceso de cremación: un ritual detallado
La excavación revela un meticuloso proceso paso a paso empleado por los romanos para la cremación. Inicialmente, los familiares colocaban el cuerpo del difunto sobre un soporte de madera construido sobre un hoyo cuadrado. Mientras la pira ardía, el calor provocó que el soporte colapsara, lo que provocó que los huesos se blanquearan, se retorcieran y se agrietaran. El intenso calor también afectó a los objetos circundantes: el vidrio se derritió, el bronce se deformó y la cerámica se tiñó de hollín.
Ofrendas Simbólicas: Libaciones Líquidas y Tubos de Ánforas
Una característica particularmente distintiva del cementerio de Olbia es la presencia de canales de libación que rodean muchas de las tumbas. Estos canales estaban diseñados para ofrendas líquidas, como vino, cerveza o hidromiel, destinadas a honrar al difunto o brindarle protección. Los canales se construyeron ingeniosamente utilizando ánforas reutilizadas (grandes vasijas de cerámica) que sobresalían de las tumbas, incluso después de que se cubrieran con tejas y se llenaran con tierra. Estos tubos permitían a las familias visitar las tumbas en las fiestas romanas dedicadas a los muertos, como Feralia (13 de febrero) y Lemuralia (9, 11 y 13 de mayo), “alimentando” simbólicamente a sus seres queridos.
Prácticas funerarias únicas: diferencias en el ritual
Si bien la práctica romana estándar consistía en recolectar huesos cremados en urnas de vidrio, cerámica o piedra antes del entierro, el cementerio de Olbia revela variaciones intrigantes. Muchas de las tumbas excavadas contenían montones de huesos o los colocaban en contenedores perecederos. Esta desviación de la típica costumbre romana podría sugerir diferencias sociales o culturales entre la diversa población de Olbia.
Estos descubrimientos nos recuerdan que los ritos funerarios antiguos eran ricos, variados y estaban imbuidos de múltiples significados, algunos de los cuales siguen siendo misteriosos incluso hoy.
Los recientes hallazgos en Olbia proporcionan información valiosa sobre las complejidades de las prácticas funerarias romanas, destacando la diversidad de rituales y creencias que rodeaban la muerte y el más allá en el mundo antiguo. El cementerio ofrece una ventana única al paisaje social y cultural de Olbia, demostrando cómo la gente afrontaba el dolor y honraba a sus seres queridos fallecidos de forma profunda y simbólica.
