Las Naciones Unidas han publicado su último Informe sobre la brecha de emisiones, que revela que, si bien los países han logrado avances muy leves en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la trayectoria general hacia la catástrofe climática sigue peligrosamente desviada. Este progreso podría verse socavado por los retrocesos en la política climática de Estados Unidos bajo el presidente Trump.
Un modesto rayo de esperanza, pero persisten serias preocupaciones
Según el informe de la ONU, los países endurecieron sus políticas climáticas durante el año pasado, lo que llevó a proyecciones de reducción de emisiones ligeramente mejores. Sin embargo, estas mejoras son insignificantes en comparación con la enorme brecha entre las promesas sobre el calentamiento global y los resultados reales.
El informe calcula que se espera que la Tierra se caliente unos 2,8 grados Celsius (5 grados Fahrenheit) este siglo en comparación con los niveles preindustriales según las políticas y tecnologías actuales. Incluso si se implementaran plenamente todos los compromisos actuales de reducción de emisiones, el calentamiento podría limitarse a 2,3 grados Celsius.
El objetivo de 1,5 grados es esencialmente inalcanzable
Este hallazgo representa una de las noticias más sombrías en el camino hacia el cumplimiento del objetivo central del Acuerdo de París. El objetivo casi universalmente acordado es limitar el calentamiento a “muy por debajo” de 2 grados Celsius, con un ideal de limitar el calentamiento a 1,5 grados Celsius.
Los científicos han enfatizado que incluso medio grado de calentamiento adicional podría exponer a decenas de millones de personas más a peligrosas olas de calor, escasez de agua e inundaciones costeras. El mundo ya se ha calentado alrededor de 1,3 grados Celsius desde la época preindustrial.
Los obstáculos para una acción climática eficaz
La administración Trump ha rechazado el informe, afirmando que Estados Unidos no apoya el Informe sobre la brecha de emisiones y que los acuerdos ambientales internacionales no deben ser una carga indebida para Estados Unidos.
Pocas señales indican que otros gobiernos estén intensificando agresivamente sus políticas climáticas para compensar la retirada de Estados Unidos. Si bien las naciones acordaron en virtud del acuerdo climático de París revisar y fortalecer sus compromisos climáticos cada cinco años, solo alrededor de un tercio de los países han presentado sus planes actualizados.
Algunos avances positivos, pero los desafíos cobran gran importancia
El informe destaca algunos avances positivos, en particular el rápido crecimiento de tecnologías de energía limpia como paneles solares y vehículos eléctricos, que ha reducido ligeramente las proyecciones de emisiones futuras en lugares como China y Europa.
El informe de la ONU también reconoce que, si bien alcanzar el objetivo de 1,5 grados es ahora esencialmente imposible dadas las tendencias actuales de las emisiones globales, los países teóricamente podrían aspirar a una “superación temporal” de ese umbral de temperatura antes de reducir el calentamiento. Esto requeriría recortes de emisiones sin precedentes a corto plazo y un despliegue futuro masivo de tecnología para eliminar el dióxido de carbono de la atmósfera.
Hay más en juego que nunca
Los científicos del clima advierten que incluso superar temporalmente el umbral de 1,5 grados podría desencadenar cambios irreversibles, incluida la desestabilización de las capas de hielo en Groenlandia y la Antártida occidental, lo que podría elevar peligrosamente el nivel del mar.
Como señaló uno de los autores principales del informe, el desafío ha aumentado significativamente debido a la falta de acción en los últimos cinco años. La pregunta ahora es si la humanidad aún puede evitar los impactos climáticos más catastróficos a pesar de estas crecientes dificultades.



























